No hace falta que deshoje
el interior de mi silencio
en tu mirada.
Ni hace falta
que te muestre
la agonía que
me viste cuando faltas.
Sólo quiero
regalarte
este beso que
he tejido en mis mañanas,
la caricia que he inventado
al evocarte,
el misterio de tu risa
y la sombra de tus labios,
y un poquito de este sueño
que me envuelve
y que me atrapa.
Sólo quiero
regalarte
un recuerdo
que no acaba.----------------------------------------------
Hasta mañana, si Dios quiere.
Imagen de Eka Rachmat. Gracias